30 sept 2013

Al menos 74 desaparecidos tras hundirse tres barcos por el tifón Wutip en China





  • El tifón Wutip asola desde este domingo la costa del sur del país asiático. 
  • En total cinco barcos con 171 pasajeros a bordo se vieron afectados por el tifón, tres de los cuales se hundieron en el Mar de la China Meridional. 
  • Los equipos de rescate encontraron a 13 supervivientes, aqune se teme que el número de desaparecidos pueda aumentar.

Al menos 74 personas han desaparecido tras hundirse tres pesqueros diferentes en el Mar de la China Meridional por el impacto del tifón Wutip, según informaron este lunes las autoridades marítimas del país asiático.

Dos de los barcos desembarcaron de la provincia de Cantón (sur) el domingo y navegaban cerca de las islas Xisha, situadas a alrededor de 330 kilómetros de la isla de Hainan, cuando se hundieron. A primera hora del lunes, los equipos de rescate habían encontrado a 13 supervivientes de los dos primeros barcos, y aún continúan las operaciones de rescate. Se desconoce por el momento la ruta que emprendía el tercer barco hundido, y se teme que el número de desaparecidos pueda aumentar. Las autoridades aseguraron que un total de cinco barcos con 171 pasajeros a bordo se vieron afectados por el tifón Wutip, el vigésimo primero de esta temporada. Alerta naranja por la aproximación del tifón Este domingo China elevó a naranja el nivel de alerta, el segundo más grave tras el rojo, por la aproximación a la costa del sur del país asiático del tifón Wutip. El Mar de la China Meridional "está experimentando fuerte oleaje bajo la influencia del Wutip", dijo entonces el Centro Marítimo de Predicción Meteorológica de la potencia asiática.

Las olas ya alcanzaban los 9 metros en el oeste de este mar, y la zona más agitada estaba cerca de la costa de la isla meridional china de Hainan. El centro advirtió a los barcos y a las autoridades costeras de que tomaran medidas de prevención, y extendió la alerta a las provincias de Cantón y Guangxi (sur), adonde se espera que el tifón llegue este lunes. La isla de Hainan es un destino frecuentado estos días por turistas chinos, ya que el país celebra desde el martes su Semana Nacional y hay un gran movimiento tanto dentro como fuera de China. Se espera que, tras su paso por China, Wutip aterrice en la costa de Vietnam el 1 de octubre. La potencia asiática tiene un código de cuatro colores para medir la alerta meteorológica, con el rojo como el más grave, seguido de naranja, amarillo y azul
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Fuente:



Un asteroide de 15 metros rozó la Tierra este domingo


El sistema de observaciones ruso 'Master' detectó el paso de un asteroide de 15 metros de diámetro a 'solo' unos 11.000 kilómetros de la Tierra.

"hemos descubierto un nuevo objeto espacial tras la órbita de la Luna que se  movía en dirección a la Tierra. La distancia que lo separaba del nuestro planeta era relativamente corta, unos 11.000 kilómetros", comunicó Vladimir Lipunov, profesor de la Universidad Lomonosov a la agencia rusa Itar-Tass

El científico indicó que el tamaño del asteroide es similar al del meteorito que cayó cerca de la ciudad de Chelíabinsk en febrero de este año, que tenía unos 17 metros y pesaba más de 10.000 toneladas. 

La localización del asteroide fue posible gracias al sistema robótico 'Master' que ha sido concebido por la Universidad para las observaciones astronómicas.


Fuente:RT.

Para Horror de los calentólogos, el Enfriamiento Global golpea la puerta.

Alrededor de 1250 DC, según muestran los registros históricos, bloques de hielo comenzaron a aparecer cada vez más al sur del Atlántico Norte. Los glaciares también comenzaron a expandirse en Groenlandia, pronto amenazando a los asentamientos vikingos en la isla. Desde 1275 a 1300 DC los glaciares comenzaron a expandirse más ampliamente de acuerdo con las fechas del radiocarbono de plantas matadas por el crecimiento del glaciar. El período que hoy se conoce como la Pequeña Edad de Hielo estaba recién comenzando a mostrarse.




Los veranos comenzaron a ser fríos en la Europa del Norte después del 1300 DC, impactando negativamente las estaciones de crecimiento, como lo refleja la Gran Hambruna de 1315 a 1317. La expansión de los glaciares y la cobertura de hielo extendiéndose por todos los asentamientos en Groenlandia comenzaron a expulsar a los colonos nórdicos fuera de la isla. El último de los registros sobreviviente de los asentamientos nórdicos en Groenlandia, que habían persistido durante siglos, concierne a un matrimonio en 1408 DC en la iglesia de Hvalsey, hoy la ruina vikinga mejor preservada.
Los inviernos helados comenzaron a congelar con regularidad ríos y canales en Gran Bretaña, Holanda y el norte de Francia, con el Támesis en Londres y el Sena en París congelados sólidos todos los años. Las primeras Ferias Heladas del Támesis se hicieron en 1607. En 1607-1608 los primeros colonos europeos en Norteamérica reportaron que el hielo permanecía en el Lago Superior hasta junio. En enero 1658 un ejército sueco marchó sobre el hielo para invadir Copenhague. Hacia el fin del Siglo 17 las hambrunas se habían extendido desde el norte de Francia hacia Noruega, Suecia, Finlandia y Estonia.

Reflejando su alcance global, la evidencia de la Pequeña Edad de Hielo aparece también en el Hemisferio Sur. Las muestras de sedimentos del Lago Malawi en África del Sur muestran tiempos fríos desde 1570 a 1820. Una reconstrucción de 3000 años de temperaturas basada en la variación del crecimiento de estalagmitas en una cueva sudafricana también indica un período frío desde 1500 a 1800. Un estudio de 1997 que comparó las muestras de hielo de la Antártida Occidental con los resultados del Proyecto Capa de Hielo de Groenlandia Dos (GISP2) indica una Pequeña Edad de Hielo global afectando a las dos capas de hielo en tándem.

El Domo Siple, una cúpula de hielo que se extiende a lo largo de unos 100 km de largo por unos 100 km de ancho, al este de la Costa Siple de la Antártida, también refleja los efectos de la Pequeña Edad de Hielo sincrónicamente con el registro GISP2, como lo hacen los cilindros de sedimentos de Bransfield Basin de la Península Antártica. Los análisis de los isótopos de oxígeno de las islas del Pacífico indican una declinación de la temperatura de 1,5ºC entre 1270 y 1475 DC.

El glaciar Franz Josef en el lado oeste de los Alpes del Sur en Nueva Zelanda avanzó agudamente durante el perío-do de la Pequeña Edad de hielo, invadiendo una selva lluviosa en su máxima extensión a principios de los 1700. El Glaciar Mueller en el lado este de los Alpes del Sur neozelandeses se expandió hasta su máxima extensión aproxima-damente durante la misma época.



Las muestras de cilindros de hielo de las montañas de los Andes de América del Sur muestran un período más frío desde 1600 hasta 1800. La información de anillos de árboles de la Patagonia en Sudamérica muestra períodos fríos desde 1270 a 1380, y desde 1520 a 1670. Los exploradores españoles notaron la expansión del Glaciar San Rafael en Chile desde 1675 a 1766, y que continuó hasta el Siglo 19.


El apogeo de la Pequeña Edad de Hielo está generalmente fechado como entre 1650 y 1850. El Ejército Revolucio-nario americano bajo las órdenes del general George Washington tiritó congelándose en Valley Forge en el invierno de 1777-78, y el puerto de Nueva York se congeló en el invierno de 1780. Históricas tormentas de nieve golpearon a Lisboa, Portugal en 1665, 1744 y 1886.

Los glaciares en el Parque Nacional del Glaciar en Montana avanzaron hasta fines de los siglos 18 y comienzos del 19. La última Feria de Hielo del Támesis se hizo en 1814. La Pequeña Edad de Hielo comenzó a desvanecerse durante la mitad al final del Siglo 19.

La Pequeña Edad de Hielo, siguiendo a las históricamente cálidas temperaturas del Período Cálido Medieval, que duró desde el año 950 hasta 1250, ha sido atribuida a ciclos naturales de la actividad del sol, particularmente a las manchas solares. Un período de muy baja actividad de las manchas conocido como el Mínimo Wolf comenzó en 1280 y persistió 70 años hasta 1350. Eso fue seguido por un período de una actividad solar todavía menor que duró 90 años, desde 1460 a 1550, conocido como el Mínimo Spörer. Durante el período 1645 a 1715 el punto más bajo de la Pequeña Edad de Hielo, la cantidad de manchas de sol declinaron hasta cero durante todo el período. Esto es conocido como el Mínimo Maunder, así llamado en honor al astrónomo inglés Walter Maunder. A eso le siguió el Mínimo Dalton desde 1790 a 1930, otro período de actividad solar bien por debajo de lo normal.

El aumento en las temperaturas globales desde fines del Siglo 19 sólo refleja el final de la Pequeña Edad de Hielo. Las tendencias de la temperatura media global desde entonces han seguido, no al aumento del CO2 sino a los ciclos de la temperatura de los océanos en los ciclos de la Oscilación Decadal del Pacífico (PDO) y a la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO). Cada 20 o 30 años, el agua mucho más fría cerca del fondo de los mares hace un ciclo hacia arriba donde tiene un ligero efecto enfriador sobre las temperaturas globales hasta que el sol calienta nuevamente las aguas. Esas aguas calentadas contribuyen entonces a calentar ligeramente las temperaturas globales hasta el próximo ciclo de batido.

Esos ciclos oceánicos de temperatura y la continua recuperación desde la Pequeña Edad de Hielo, son principalmente la razón para el aumento de la temperatura desde 1915 hasta 1945, cuando las emisiones de CO2 fueron mucho más bajas que en los años recientes. El cambio a un ciclo frío de las temperaturas del océano, primaria-mente la PDO, es la principal razón por la que las temperaturas descendieron desde 1945 hasta fines de la década de 1970, a pesar del aumento notable de las emisiones de CO2 durante ese mismo tiempo, desde la industrialización de posguerra que se expandió en toda la Tierra.

Los ciclos de temperaturas oceánicas de 20 a 30 años volvieron a la fase cálida a fines de la década de 1970 hasta fines de los años 90s, que es la razón principal para el calentamiento durante este período. Pero ese calentamiento terminó hace 15 años y las temperaturas globales detuvieron su ascenso desde entonces, si es que no descendieron, aun cuando las emisiones globales de CO2 aumentaron durante ese período. Como lo informó la revista The Economist en marzo, “El mundo agregó unas 100 mil millones de toneladas de carbono a la atmósfera entre 2000 y 2010. Eso es la cuarta parte de todo el CO2 puesto allí por la humanidad desde 1750.” Y sin embargo no ocurrió ningún calentamiento durante ese período. Eso es porque el efecto invernadero del CO2 es débil y marginal comparado con las causas naturales del cambio de las temperaturas globales.



Al principio la actual detención del calentamiento global se debió a los ciclos oceánicos regresando al ciclo frío. Pero algo mucho más ominoso se ha desarrollado durante este período. Las manchas solares ocurren en ciclos cortos de 11 años, con tendencias cíclicas más largas de 90 y hasta 200 años. Pero en el actual ciclo la actividad de las manchas solares ha colapsado.


El Science News de NASA informa el 8 de enero, 2013 que:

Efectivamente, el sol podría estar justo ahora en los umbrales de un evento mini-Maunder. El corriente Ciclo Solar 24 [el actual término corto del ciclo de 11 años] es el más débil en más de 50 años. Además, hay evidencia (controvertida) de una tendencia debilitante de largo plazo en la fuerza del campo magnético de las manchas solares. Matt Penn y William Livingstone, del Observatorio Solar Nacional predicen que para el momento en que arribe el Ciclo Slar 25, los campos magnéticos del sol serán tan débiles que pocas, si algunas, manchas de sol se formarán. Líneas de investigación independientes que involucran helio-sismología y campos polares de superficie tienden a apoyar su conclusión.”
Eso es todavía más significativo porque la ciencia climática de NASA estuvo controlada durante años por el histérico del calentamiento James Hansen, quien recientemente anunció su retiro.

Pero esta misma preocupación está teniendo eco en todo el mundo. La Voz de Rusia informó el 22 de abril, 2013:

“ El calentamiento global que ha sido el objeto de tantas discusiones en años recientes, podría dar lugar al enfriamiento global. Según los científicos del Observatorio Pulkovo en San Petersburgo, la actividad solar está disminuyendo de manera que la temperatura media anual también comenzará a disminuir. Los científicos de Gran Bretaña y los Estados Unidos intervienen diciendo que los pronósticos de un enfriamiento global están muy lejos d carecer de bases.”
Ese informe cita a Yuri Nagovitsyn del Observatorio Pulkovo diciendo: “Evidentemente, la actividad solar está disminuyendo. El ciclo de 11 años no trae un cambio de clima considerable –apenas 1-2%. El impacto del ciclo de 200 años es mayor –hasta un 50%. A este respecto, estaríamos en camino a un período de enfriamiento que duraría de 200 a 250 años.” En otras palabras, otra Pequeña Edad de Hielo.

El diario alemán Herald informó el 31 de marzo, 2013:

“Los meteorólogos alemanes dicen que el comienzo de 2013 es ahora el más frío en 208 años –y ahora los medios alemanes han citado al científico ruso Dr. Habibullo Abdussamatov del Observatorio Astronómico Pulkovo de San Petersburgo diciendo [diciendo esto] es prueba ya que él dijo antes que estamos en camino a una “Mini Edad de Hielo”- Hablando con los medios alemanes el científico que primero hizo su predicción en 2005, dijo que después de estudiar las manchas de sol y su relación con el cambio climático en la Tierra, estamos ahora en un “inevitable avance en dirección a una profunda caída de la temperatura.”
La fe en el Calentamiento Global está colapsando en la antes porfiada Europa después de inviernos cada vez más severos que ahora han continuado en la primavera. Christopher Booker explicó en el The Sunday Telegraph el 27 de abril de 2013,

“Aquí en Inglaterra hemos tenido nuestro quinto helado invierno consecutivo, el registro de la Tempe-ratura Central de Inglaterra –de acuerdo con un análisis experto en el blog de ciencia Watts Up With That –muestra que en este siglo las temperaturas medias de invierno han disminuido en 1,45ºC, más del doble de lo que subieron entre 1850 y 1999, y el doble de todo el ascenso neto registrado en la emperatura media global en todo el Siglo 20.”
Un informe de noticias de la India (The Hindu, abril 22, 2013) declara, “Marzo en Rusia vio las heladas más duras en 50 años, con las temperaturas cayendo a -25ºC en partes del centro del país y a -45ºC en el norte. Ha sido el mes de primavera más frío de Moscú en medio siglo… Los meteorólogos dicen que en Rusia la primavera está retrasada un mes completo.” El informe resumió:

“Rusia es famosa por sus heladas hirientes pero este año, un tiempo anormalmente helado también golpeó a gran parte de Europa, los Estados Unidos, China y la India. Nevadas récord llevaron a Kiev, la capital de Ucrania a una detención de su actividad durante varios días a fines de marzo, cerró rutas a lo largo de muchas partes en Gran Bretaña, sepultaron a miles ovejas bajo acumulaciones de seis metros de nieve en el norte de Irlanda, y dejó a más de 1.000.000 de hogares sin electricidad en Polonia. Las autoridades británicas dijeron que marzo fue el segundo mes más frío en sus registros que van hasta 1910. China experimentó el invierno más severo en 30 años, y Nueva Delhi en enero registró la temperatura más baja en 44 años.”
Booker añade, “Se informó la semana que 3.138 lugares en Estados Unidos registraron su temperatura más baja para esta época del año desde que comenzaron los registros. Frío récord similar se experimentó en lugares cada provincia de Canadá. Tan frío ha sido el invierno ruso que Moscú tuvo su nevada más grande en 134 años de observaciones.”

La Oficina de Meteorología Británica –Met Office- un cuartel general internacional de la histeria del calentamiento global concedió en diciembre pasado que no habría más calentamiento por lo menos hasta 2017, que haría 20 años sin calentamiento global. Esto refleja el reconocimiento a regañadientes de las nuevas tendencias en desarrollo. Pero eso refleja también una creciente divergencia entre la realidad de las verdaderas temperaturas mundiales y las proyecciones de los modelos climáticos en los cimientos del alarmismo del calentamiento global del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC). Dado que esos modelos jamás fueron validados ellos no son ciencia en este punto del debate, sino fantasías inventadas. Eso es por qué, “En los 12 años a 2011,11 de los 12 pronósticos [de la temperatura media global] de la Met Office fueron demasiado altos –y... ninguno fue más frío que lo regis-trado”, como escribió el corresponsal del clima de la BBC Paul Hudson en enero.

El calentamiento global nunca iba a ser el problema que los Lysenkoistas que han derrumbado a la ciencia de Occidente querían que hubiese sido. Las emisiones de CO2 humanas son sólo el 4,5% del total de las emisiones globales, contando a las causas naturales. Se hizo mucho barullo por la llegada a las 400 partes por millón de CO2. Pero si usted le pregunta a la chiflada corresponsal de la NBC que informó histéricamente sobre ello, en qué porción de la atmósfera están esas 400 partes por millón, ella no podría decírselo. Uno por ciento de la atmósfera serían 10.000 partes por millón. Las concentraciones atmosféricas de CO2 en el profundo pasado geológico eran mucho, mucho más altas que hoy, y sin embargo la vida sobrevivió y no tenemos ningún registro de ninguna de las catástrofes que los histéricos han afirmado. Quizás sea porque el impacto de la temperatura del aumento del CO2 disminuye de manera logarítmica.

Eso quiere decir que hay un límite natural a cuánto puede el aumento de CO2 calentar al planeta, que sería mucho antes de las supuestas catástrofes climática que los histéricos del calor han tratado de usar para cancelar la prosperidad capitalista.}

Pero la semana pasada el columnista del Washington Post Eugene Robinson nos estaba diciendo, en un intento de ridiculizar al presidente del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la cámara de representantes de EEUU, el republicano Lamar Smith, “para el registro, y por la enésima vez, no hay 'gran cantidad de incertidumbre' acerca de si el planeta se está calentado y por qué.” Si usted puede leer, y ya llegó a este punto en mi columna, usted sabe por qué la ignorancia de Robinson es nada más que otro abuso del Washington Post de la Primera Enmienda. Sr. Robinson, permítame introducirlo a la “sólida” ciencia del calentamiento global del Met Office Británico, que ya ha confesado públicamente que ya estamos en las ¾ partes de 20 años sin calentamiento global!

Booker podría haber estado escribiendo acerca de Robinson cuando terminó su comentario en el Sunday Telegraph escribiendo: “¿Hubo alguna vez en la historia una desconexión tan todopoderosa entre la realidad observable y los delirios de una clase política que es totalmente impermeable a cualquier discusión racional?”

Pero hay un problema fundamental con los registros de la temperatura en este período tan discutido, cuando la ciencia del clima se estrelló contra la ciencia política. Los registros basados en tierra, que estuvieron bajo el control de los alarmistas de la Met Office y la Unidad del Hadley Center de Investigación del Clima, y el Instituto de Estudios Espaciales Goddard de la NASA y la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA) en los Estados Unidos, muestran mucho más calentamiento durante este período que los incorruptibles registros de los satélites. Esos registros satélites han sido todavía más confirmados por los registros de los globos sonda meteorológicos. Pero los registros de superficie, bajo el control de los declarados alarmistas pueden ser sujetos a manipuleo y falsificaciones.


Fuente:www.estrucplan.com.ar

Minimo de Maunder

El mínimo de Maunder es el nombre dado al período de 1645 a 1715, cuando las manchas solares desaparecieron de la superficie del Sol, tal como observaron los astrónomos de la época.
Recibe el nombre del astrónomo solar E.W. Maunder quién descubrió la escasez de manchas solares durante ese período estudiando los archivos de esos años. Durante un período de 30 años dentro del Mínimo de Maunder, los astrónomos observaron aproximadamente 50 manchas solares, mientras que lo típico sería observar entre unas 40.000 y 50.000 manchas.

LA PEQUEÑA EDAD DE HIELO.

El mínimo de Maunder coincidió con la parte más fría de la llamada Pequeña Edad de Hielo, de los siglos XV al XVII, durante la que Europa, América del Norte, y quizás el resto del mundo, sufrió inviernos muy crudos.La “Gran Helada” o el “Gran Invierno”, como así lo bautizaron losbritánicos y franceses respectivamente, cayó sobre todo el Viejo Continente la noche de Reyes (del 5 al 6 de enero de 1709),pillando desprevenido a todas las poblaciones.
En 1709, la noche de Reyes, del 5 al 6 de Enero la temperatura cae en París de los 10º a los -30ºC..
En otras partes del mundo, y en el año anterior, se registraron grandes y espectaculares erupciones volcánicas en Asia y Europa: los volcanes de Santorini (Grecia) y del Vesubio (Nápoles), así como el Monte Fuji (Japón) enviaron a grandes alturas de la atmósfera terrestre enormes y densas nubes de polvo y ceniza, formando un lúgubre velo sobre el continente europeo (1707-1708) e incidiendo, solo en parte, en el efecto “invernadero” aunque, contrariamente a lo esperado, la climatología empezó a enloquecer.
Citas del libro “La pequeña edad de hielo”, de Brian Fagan.
“Entre 1680 y 1730, el ciclo más frío de la pequeña edad de hielo, hubo un brusco descenso de la temperatura (…) El invierno de 1683-84 fue tan frío que el suelo se heló hasta una profundidad de más de un metro en zonas del sudoeste de Inglaterra y aparecieron franjas de hielo en el mar, cerca de la costa sudeste de Inglaterra y el norte de Francia El hielo flotaba a unos 30 ó 40 kms. de la costa holandesa. (…) En Islandia, con frecuencia el hielo instalado en el mar bloqueaba el estrecho de Dinamarca durante todo el verano. En 1695, el hielo rodeó toda la costa islandesa durante  casi todo el año; (…) En varias ocasiones, entre 1695 y 1728, los habitantes de las islas Orcadas, cerca de la costa norte de Escocia, divisaron, no sin temor, inuits en kayaks. En una ocasión, uno de ellos llegó hasta (…) cerca de Aberdeen, en Escocia (…) El agua fría bajó del polo norte hacia las islas británicas. La pesca en las islas Feroe mermó considerablemente cuando la superficie del agua se enfrió 5ºC por debajo de la temperatura actual (…) Las consecuencias del clima más frío de la pequeña edad de hielo incidieron en una zona muy extendida, no sólo en Europa, sino en el mundo entero (…) Hasta finales del siglo XIX, las altas cumbres de los Andes ecuatorianos estaban siempre cubiertas de nieve. Los viajeros que visitaban Escocia hablaban de nieves permanentes en los montes Cairngorm entre 1200 y 1500 msnm, algo que requiere temperaturas de 2 a 2.5ºC más bajas que las registradas a mediados del siglo XX (…) pocos advirtieron la falta de manchas solares entre 1645 y 1715 (..)
En los viñedos, las cosechas se retrasaron entre 1687 y 1703, período en el que las primaveras y los veranos fríos y húmedos eran habituales. Fue una época estéril, con temperaturas veraniegas muy por debajo de las de todo el siglo siguiente.(…)El invierno de 1708-1709 fue muy duro en Europa Occidental, con excepción de Irlanda y Escocia. Pero incluso en estos dos países, el maltiempo destruyó las cosechas. Más al este, se podía ir caminando desde Dinamarca hasta Suecia por el hielo. En Inglaterra nevó muchísimo, y la nieve cuajó en el suelo durante semanas. La sequía y las heladas quemaron miles de árboles en Francia. Provenza perdió sus naranjos y, debido al frío intenso, quedaron abandonados todos los viñedos del norte de Francia, que no volvieron a estar activos hasta el siglo XX.”
El verano más frío fue 1725 con 13,1 °C, los cuatro meses del s. XVII tuvieron records de mínimas: marzo, mayo, junio, septiembre.“…mencionan que el Ebro se heló siete veces entre 1505 y 1789. En 1788 y de nuevo en 1789 el río permaneció helado durante quince días. El libro también menciona la presencia de una extensa red de neveros, o pozos de nieve, ventisqueros y glaciares que se construyeron y mantuvieron entre los siglos XVI y XIX a lo largo del Mediterráneo oriental, algunos ubicados en áreas donde no nieva en la actualidad un solo día al año. El almacenamiento y distribución de hielo eran un negocio vivo que involucraba secciones enteras de la población rural.
Hay también una amplia evidencia de que durante ese período los glaciares se extendieron en los Pirineos, fundiéndose desde entonces. Es más, los remanentes del glaciar de Sierra Nevada que finalmente sucumbió al final del siglo XX, se originaron en este momento, y no eran, como a veces se dice, restos de la última verdadera Edad de Hielo. Los últimos verdaderos glaciares de Sierra Nevada y los Picos de Europa se fundieron a finales del siglo XIX. Se cree que las temperaturas en Europa durante el llamado Óptimo climático medieval entre los siglos IX al XIII debió haber sido entre 1º y 1,5ºC superior a la temperatura actual, suficiente para que estos glaciares, e incluso los de los Pirineos, se hubieran fundido. Los actuales glaciares de los Pirineos se formaron principalmente durante este periodo frío y han estado fundiéndose despacio desde entonces. El área de la superficie total de los glaciares en la vertiente española de los Pirineos ha descendido desde las 1.779 ha en 1894 a 290 ha en el año 2000.
Martin y Olcina en Clima y Tiempo señalan en España cuatro períodos de sucesos catastróficos (mitad del siglo XV, 1570-1610, 1769-1800 y 1820-1860) señalados por lluvias intensas, nevadas y tormentas en el mar. Éstos se mezclaron con los interludios de severas sequías.
Otro estudio de A. Sousa y P. García-Murillo en 2003[21] se fija en los cambios en el humedales de Andalucía (específicamente, Doñana) al final de la Pequeña Edad de Hielo. Los autores encontraron que la Pequeña Edad de Hielo se caracterizó por periodos más lluviosos alternando con otros de sequía. Otros autores creen que la PEH se caracterizó en el sur de la Península Ibérica por un aumento de la lluvia, mayor frecuencia de las inundaciones y de la sedimentación en la Europa mediterránea.”
Extraigo esto sobre el invierno de 1684.”
“Por ejemplo en 1684, el monje Josef Dietrich, “meteorólogo” del monasterio, escribió: “El 11 de enero fue tan terriblemente frío, que el vino de la comunión se congeló. Desde que fui ordenado sacerdote, jamás el vino se había congelado en el cáliz. Pero el 13 de enero fue mucho peor aún, y nadie recuerda que hubiese hecho tanto frío anteriormente”.

¿HACIA UN NUEVO MÍNIMO DE MAUNDER?

Publicaba El País un interesante artículo sobre la sorprendenteescasez de manchas en la superficie solar, que por lo visto está dejando bastante estupefactos a los estudiosos.
Las manchas solares, que se relacionan con periodos de mayor o menor actividad del astro rey, vienen contándose desde el antes del año 1.700 y esta mayor o menor actividad tiene consecuencias directas, aunque no muy grandes, sobre el nivel de energía que emite nuestra estrella.
En el periódico de PRISA no se atreven a relacionar esta actividad con la temperatura en la Tierra, aunque al final del artículo propiamente dicho en un pequeño cuadro nos hablan del “mínimo de Maunder”, un periodo de unos 70 años entre 1645 y 1715 en el que las manchas solares fueron poquísimas y que coincidió, que casualidad, con temperaturas globales algo más bajas.
De hecho, tal y como nos cuentan en Ciencia Kanija algunos momentos fueron de temperaturas bajas de verdad como el día de enero de 1709 en el que prácticamente toda Europa se despertó congelada, estado en el que se mantuvo durante varias semanas.
O el invierno de 1694 y 1695 en el que, tal y como nos cuenta Antón Uriarte en un documento sobre el mínimo de Maunder, el Thámesis se mantuvo congelado durante meses.
No obstante, en el artículo de la Wikipedia sobre el mínimo de Maunder nos advierten de que la conexión entre las manchas solares y el clima en nuestro mundo no está clara del todo o, al menos, no estáclara para todos:
Si hay una conexión causal entre la baja actividad de las mancha solares y los inviernos fríos es un tema que todavía se discute. Algunos científicos creen que la variación solar es la responsable del cambio climático más que el anhídrido carbónico”.
Es una frase prudente que no vamos discutir, el propio Antón Uriartenos advierte en el articulo antes citado que la variación en la energía que emite el sol no explicaría por sí misma las bajadas de temperatura, aunque sí podría hacerlo junto con otros fenómenos también relacionados con la actividad solar:
“Las variaciones del flujo energético solar repercuten más en la parte del espectro radiactivo correspondiente a las radiaciones ultravioletas, creadoras de ozono. La disminución de ozono durante las épocas de debilidad solar, debido a la baja intensidad de las radiaciones ultravioletas, sería lo suficientemente importante como para enfriar la temperatura estratosférica y modificar directamente la circulación estratosférica e, indirectamente, la circulación troposférica”.
Por otra parte, y perdonen la boutade, si el sol influye en que sea verano o invierno, me parece bastante razonable que pueda influir en el clima de una forma más global.
También ayer se daba noticia en Desde el Exilio de un nuevo estudio que pone en solfa el cambio climático o el rollo que se nos quiere vender sobre el cambio climático y sobre su origen antropogénico, y es que según este informe la mayor parte del incremento de CO2 atmosférico se debe a causas naturales.

CONCLUSION

Si bien no está demostrada la conexión entre ausencia de manchas solares y la pequeña edad de hielo, los datos demuestran que coexisten a la vez. Si a este dato le añadimos la disminución del ozono y al aumento de la actividad volcánica que propagan partículas en suspensión por todo el mundo. Las diferentes estaciones dejan de prolongar en el tiempo temperaturas extremas excepto periodos muy pequeños de tiempo.

¿Todo ello junto,podría llevarnos a una nueva pequeña edad de hielo?.

Hallan un “mundo perdido” alrededor de la Antártida


Los hallazgos, hechos en la Antártida por expertos de las Universidades de Oxford y Southampton y el Servicio Antártico Británico (BAS), permitieron contemplar nuevas especies de cangrejo yeti, estrella de mar, percebes, anémona de mar y pulpo
 Un grupo de científicos británicos ha hallado comunidades de especies desconocidas en el fondo marino cercano a la Antártida, en el ambiente oscuro y cálido que rodea a los conductos hidrotermales, según un estudio divulgado recientemente.
Los hallazgos, hechos por expertos de las Universidades de Oxford y Southampton y el Servicio Antártico Británico (BAS), permitieron contemplar nuevas especies de cangrejo yeti, estrella de mar, percebes, anémona de mar y pulpo.
Para el análisis, los científicos emplearon por primera vez un vehículo dirigido con control remoto (ROV, en inglés) para explorar el East Scotie Ridge, en las profundidades del océano Antártico, según la investigación, publicada en la revista “PLoS Biology”.
En esa zona los respiraderos hidrotermales (incluyendo puntos que llegan hasta temperaturas de hasta 383 grados Celsius) crean un entorno único carente de luz solar, pero rico en ciertos componentes químicos.
Según el profesor Alex Rogers, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, “los conductos hidrotermales son el hogar de los animales que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta que obtienen su energía no del sol, sino de sustancias químicas tales como sulfuro de hidrógeno”.
Las imágenes tomadas con el ROV (Remoteley Operated Vehicle) mostraron colonias enormes de una nueva especie de cangrejo yeti, agrupados alrededor de conductos de ventilación.
La cámara el ROV también captó otras instantáneas de una nueva especie predadora de estrella de mar con siete brazos, que se arrastra por los campos de percebes y tomó además instantáneas de un pulpo de color pálido no identificado, a casi 2.400 metros de profundidad.
“Lo que no encontramos es casi tan sorprendente como lo que encontramos”, observó Rogers, quien añadió que “muchos animales como los gusanos, mejillones, cangrejos y camarones, hallados en conductos hidrotermales en los Océanos Pacífico, Atlántico e Índico simplemente no estaban allí”.
Los expertos también consideraron que las diferencias entre los grupos de animales encontrados alrededor de los conductos de la Antártida y aquellos que estaban alrededor de conductos en otros lugares indican que el Océano Antártico puede actuar como una barrera para algunos de ellos.

29 sept 2013

Arco iris de niebla en el polo norte


El fotógrafo Sam Dobson rápidamente tomó su cámara y, a pesar de las bajas temperaturas, capturó la imagen única.
Es un reflejo de la luz del sol debido a las gotitas de agua del aire, un efecto similar al arco iris… pero sin colores. La forma de arco de niebla se crea sólo por aquellas gotitas que están situadas en el ángulo necesario para desviar la luz solar hacia el observador.

La más espectacular imagen satelital de la Tierra

Todos los que vieron esta imagen satelital de la Tierra coinciden en que se trata de una de las vistas más hermosas de nuestro planeta. Reviviendo el espí­ritu de las imágenes terrestres captadas por los astronautas del programa Apolo, los especialistas del proyecto Blue Marble de la NASA han recreado esta imagen digital que revela la belleza de la Tierra vista desde el espacio.



Esta magní­fica combinación de ciencia y arte fue creada utilizando datos obtenidos de tres instrumentos de observación satelital. La imagen usada como base para la superficie de la Tierra y las nubes fue tomada por el satélite GOES el 9 de septiembre de 1997. Los datos oceánicos fueron recolectados entre septiembre y octubre de 1997 por el satélite SeaWiFS. El color de la vegetación de la superficie fue procesado según los datos del í­ndice de vegetación suministrados por el sensor AVHRR del satélite de órbita polar POES.
Los investigadores optaron por representar los datos digitales de la superficie utilizando un esquema de colores en donde la vegetación abundante es de color verde intenso, virando hacia el amarillo en las regiones más áridas. Las formaciones montañosas fueron aumentadas 50 veces para poder distinguir los relieves.
La presencia de la Luna en la imagen satelital es una licencia artí­stica, producto de una fotografí­a tomada por el satélite GOES en 1994 y ubicada al doble de su verdadero tamaño relativo. Otro elemento digno de mención es la formación nubosa del Pácifico oriental, que corresponde a uno de los huracanes más grandes observados hasta el dí­a de hoy.
Desde Nuestroclima les ofrecemos decorar el escritorio de su PC con una de las más espectaculares imágenes satelitales de la Tierra, para lo que sólo deben elegir la resolución más apropiada para su pantalla haciendo click sobre el enlace correspondiente y luego establecer la imagen como fondo de escritorio, pulsando el botón derecho del mouse.

Alerta Meteorologico para el Sur del la provincia de Buenos Aires

Situación:


LA PROFUNDIZACIÓN DE UN CENTRO DE BAJA PRESIÓN SOBRE EL SUR DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES PROVOCA PRECIPITACIONES EN FORMA DE LLUVIAS LAS CUALES PUEDEN EXTENDERSE HASTA LA MAÑANA DE MARTES 1 DE OCTUBRE. EL TOTAL DE AGUA CAÍDA DURANTE ESTE PERIODO PODRÍAN SUPERAR LOS 80 MM. ESTA SITUACIÓN ESTARÁ ACOMPAÑADA POR VIENTOS DEL SECTOR ESTE CON VELOCIDADES ENTRE LOS 40 Y 60 KM/H, Y RÁFAGAS SUPERIORES. SE DETERMINA EL CESE DE ALERTA PARA EL CENTRO DE BUENOS AIRES, SUDESTE DE LA PAMPA Y ESTE DE RIÓ NEGRO.

La disminución de la Actividad Solar, desconcierta a científicos

Las predicciones de que en 2013 podríamos ver un aumento en la actividad solar y que las tormentas geomagnéticas perturbarían las redes eléctricas y los sistemas de comunicación han demostrado ser una falsa alarma. En cambio, el pico en el ciclo solar actual es el más débil desde hace un siglo.
La disminución de la actividad solar actual ha llevado a comparaciones polémicas con el Mínimo de Maunder, que ocurrió entre 1645 y 1715, cuando una prolongada ausencia de manchas solares y otros indicadores de actividad solar coincidieron con el periodo más frío en el último milenio.
Las comparaciones han provocado un  estresante intercambio de opiniones entre los observadores que creen que el planeta podría estar al borde de otro período de enfriamiento y los científicos  insisten que no hay ninguna evidencia de que las temperaturas están a punto de caer.
La revista New Scientist criticó a los que predijeron una mini edad de hielo, abriendo un artículo reciente sobre la sorprendente falta de manchas solares este año con la atrevida declaración:
El mínimo de Maunder en una historia de 400 años del número de manchas solares
“Aquellos que esperan que el sol podría salvarnos del cambio climático parece que van a decepcionar”.
“La reciente suspensión de la actividad solar no es el comienzo de una décadas de ausencia de manchas solares,  que podría haber enfriado el clima. Representa una desaceleración más corta y menos pronunciada que ocurre cada siglo más o menos”
El número inusualmente bajo de manchas solares en los últimos años “no es un indicador de que vamos en un mínimo de Maunder”, según Giuliana DeToma, una científico solar en el High Altitude Observator en Colorado.
Pero DeToma admitió:
“No sabemos cómo ni por qué comenzó el mínimo Maunder, así que no podemos predecir cuando será la próxima vez.”
Muchos expertos solares creen que la recesión solar se vincula un fenómeno diferente, el ciclo de Gleissberg, que prevé un período de actividad solar más débil cada siglo. Si esto resulta ser cierto, el sol podría continuar inusualmente tranquilo hasta mediados de la década del año 2020.
Pero puesto que los científicos aún no entienden por qué el ciclo de Gleissberg ocurre, esta evidencia no es concluyente.
El ciclo de Gleissberg (línea rosa de la gráfica).
Este ciclo de una duración de 80 a 90 años fue descubierto por Gleissberg en 1958.

La conclusión es que el sol se ha estado “inusualmente tranquilo” y nadie sabe realmente por qué o cuanto durará así.

Contando las manchas solares

Las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal (CME), cuando miles de millones de toneladas de plasma solar entran en erupción desde la superficie del sol y son lanzadas al espacio a velocidades de hasta 3.000 kilómetros por segundo, representan el mayor riesgo para las redes eléctricas y sistemas de comunicación.
Las manchas solares son menos dramáticas, debido a que son fáciles de contar pero están estrechamente relacionadas con las llamaradas, eyecciones de masa coronal y otros indicios de actividad solar, los astrónomos y los científicos las han utilizado durante siglos para controlar las variaciones en la actividad del sol.
La observación cuidadosa ha revelado que el número de manchas solares aumenta y disminuye en un ciclo regular que se repite cada 11 años.
Manchas Solares


Las variaciones en la cantidad de calor y la luz que llegan a la superficie del planeta como resultado del ciclo son pequeñas. La radiación solar total que alcanza la superficie varía por sólo 1,3 vatios por metro cuadrado (0,1%) entre las fases del ciclo de máximos y mínimos.
Aún así, estas variación tiene un profundo impacto en el clima y el tiempo. Las precipitaciones, la formación de nubes y la escorrentía fluvial están fuertemente relacionados con el ciclo solar de 11 años del sol.
El impacto es mucho menor que el calentamiento asociado con el cambio climático provocado por el hombre. La actividad solar no puede explicar las tendencias a largo plazo en las temperaturas globales, tales como las relacionados con el calentamiento global. Pero puede tener un impacto notable sobre escalas de tiempo más cortas.

Mínimo de Maunder

No todos los ciclos solares son iguales. Los ciclos en los años 1940 y 1950 fueron especialmente fuertes. Los ciclos a finales del siglo XIX y los inicios del siglo XX, fueron mucho más débiles.
Más profundamente, en la década de 1890, el científico Walter Maunder, del Observatorio Royal de Greenwich, identificó un “mínimo de manchas solares prolongadas” entre 1645 y 1715 en el que casi no se observaron manchas solares por los contemporáneos.
A veces pasan años enteros sin registro de manchas solares. Las manchas solares llegaron a ser tan raras que en 1684 el astrónomo real John Flamsteed de Gran Bretaña escribió: “estas apariciones, frecuentes en los días de… Galileo han sido tan raros últimamente que es la única que he visto desde diciembre 1676.”
Curva de actividad solar (número de manchas solares frente al tiempo). El primer máximo de la figura corresponde al último máximo de actividad solar (finales año 2000) y las predicciones indican que el siguiente máximo se producirá a principios del año 2013.

John Eddy del High Altitude Observatory  confirmó los resultados de Maunder en un artículo publicado en el revista Science en 1976.
“El mínimo de Maunder: El reinado de Luis XIV parece haber sido un momento de verdadera anomalía en el comportamiento del sol” .
Eddy encontró evidencias convincentes de una ausencia real de manchas solares, y no por la ausencia de observaciones. entre las que caben destacar sobretodo tres puntos, a saber: la cantidad de auroras visibles en ese intervalo, el análisis del carbono-14 en los anillos de crecimiento de los árboles, y el clima que sufrió nuestro planeta durante el propio Mínimo.

28 sept 2013

Descubren el volcán más grande del mundo

Científicos aseguran haber descubierto el volcán más grande del mundo, un coloso inactivo bajo las olas del Océano Pacífico.

Un equipo de investigadores de la revista Nature Geoscience anunció que el volcán Tamu Massif, de 310.000 kilómetros cuadrados, es comparable en tamaño al volcán Monte Olimpo del planeta Marte, el más grande de todo el Sistema Solar.
La estructura del nuevo hallazgo supera al volcán que se creía más grande, el Mauna Loa en Hawai.
El Tamu Massif está a unos 2km bajo el mar y se encuentra en una meseta submarina conocida como la meseta oceánica Shatsky , a unos 1.600 km al este de Japón.
Se formó hace cerca de 145 millones de años, cuando enormes flujos de lava salieron en erupción desde el centro del volcán y formaron una suerte de escudo de protección.
Sin embargo, los investigadores dudan que el pico del volcán alguna vez se haya elevado por encima del nivel del mar y dicen que es poco probable que lo haga.
"La conclusión es que pensamos que Tamu se formó en un periodo breve (geológicamente hablando) de uno a varios millones de años y se ha mantenido extinguido desde entonces", dijo el autor del estudio William Sager, de la Universidad de Houston, EE.UU. , a la agencia de noticias AFP .
"Un punto de vista interesante es que había un montón de mesetas oceánicas que entraron en erupción durante el período Cretácico (hace 145-65 milliones de años), pero que no se han visto desde entonces. A los científicos le gustaría saber por qué".

Otros volcanes

Sager comenzó a estudiar la estructura de hace dos décadas, pero no tenía claro si la formación era un solo volcán o muchos –algo que sucede en decenas de lugares en todo el planeta .
Aunque el Monte Olimpo en Marte tiene raíces poco profundas, el Masiff Tamu se extiende unos 30 kilómetros debajo de la corteza de la Tierra.
Sager cree que otros gigantes volcánicos podrían encontrarse entre la docena de grandes mesetas oceánicas en todo el mundo, pensó.
"No tenemos los datos para ver dentro de ellos y conocer su estructura, pero no me sorprendería saber que hay más como Tamu por ahí", dijo.
"De hecho, la mayor meseta oceánica es Ontong Java, cerca del ecuador en el Pacífico, al este de las Islas Salomón. Es mucho más grande que Tamu -del tamaño de Francia”.
El nombre Tamu proviene de la universidad de Texas A & M, donde enseñó el profesor Sager antes de trasladarse a la Universidad de Houston.

El Sol No da señales de vida

Ya en el dia de la fecha nuestro astro rey, muestra un año por demas llamativo. Tanto que se escucha de calentamiento global por causas de...