La estación invernal vendrá acompañada por temperaturas y lluvias que estarán “dentro de la media para la época”, con registros térmicos que pueden presentarse “levemente superiores a lo normal” en la región Patagónica, Cuyo y Noroeste del país, según datos suministrados por el Servicio Meteorológico Nacional.
Exactamente, este año el invierno comenzará el 21 de junio a las 2:04 de la madrugada, cuando tenga lugar el solsticio de invierno, es decir, el instante en que el Sol se encuentra a la mayor distancia del hemisferio sur, dando lugar a la noche más larga y el día más corto en toda esta área terrestre.
Para el trimestre invernal se esperan precipitaciones normales o inferiores a lo normal en el oeste y centro de Formosa, oeste y centro de Chaco, Santiago del Estero y Noroeste de Santa Fe. Lo mismo ocurrirá en Córdoba, San Luis, La Pampa, oeste de Santa Fe y oeste y sur de la provincia de Buenos Aires.
En cambio, en el litoral, noreste de la provincia de Buenos Aires, sur de Mendoza y en la Patagonia, los registros de precipitaciones alcanzarán valores normales para la época del año; lo mismo que en la zona cordillerana y sur del territorio.
“No obstante, nunca se descartan eventos de lluvias localmente más intensas que lo normal en el centro-este del país”, aseguró Miriam Andrioli, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional.
En cuanto a las temperaturas, los registros serán normales o levemente superiores a lo normal en la región Patagónica, Cuyo y Noroeste del territorio nacional.
“En el resto del país, las condiciones serán normales, no descartándose algunos breves períodos con temperaturas más bajas que el promedio, lo que es típico de la estación”, afirmó.
Respecto a la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, habrá “tiempo frío moderado durante el día y noches muy frías, sobre todo en el conurbano bonaerense”, con valores cercanos a la media para la época.
En cuanto a las precipitaciones, en todo el trimestre está previsto que el registro alcance los 198 milímetros en la CABA y Gran Buenos Aires; es decir, el valor medio para esta estación del año, repartidos en 23 días de lluvia.
“Vemos como muy lejana la posibilidad de una nevada en la Ciudad de Buenos Aires, por el ingreso de una masa de aire polar, como la que se dio el 9 de julio de 2007”, dijo.
La climatóloga del SMN, Natalia Herrera, contó que "una ola de frío parece querer recibir al invierno 2013 aunque aún no fue asi ya que para que el fenómeno ocurra la mínima y la máxima de la localidad debe ser más baja de lo normal y el evento debe durar más de tres días seguidos".
Para Buenos Aires (la ciudad y alrededores), durante tres días la mínima debe ser inferior a 3,8 grados y la máxima debe ser más baja que 12,6 grados, "lo que hasta el momento no sucedió", aclaró Herrera.
La especialista señaló además que "este invierno no tendrá los efectos del Niño por lo que no habrá más precipitaciones de lo normal en las áreas de cobertura. La normalidad no indica que no habrá eventos extremos y aislados en las zonas donde esas irregularidades se dan habitualmente".
A manera de ejemplo, Herrera mencionó la zona del litoral como un área que "suele tener esos eventos y están dentro de la normalidad".
Las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional, que relevan valores climáticos desde 1906, identifican como el invierno más cálido al de 1997 y como el más frío y más seco al de 1916; mientras que el más lluvioso fue el correspondiente al año 1922.
El registro histórico más bajo para la Ciudad de Buenos Aires y alrededores fue -5,4 grados centígrados un 9 de julio de 1916.
En cuanto a valores extremos registrados para la última década, el 30 de agosto de 2009 tuvo lugar la máxima más alta, de 34.4ºC; y el 17 de junio de 2010 se registró la mínima más baja, de -1,7ºC.
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